El Parlamento británico rechazó por segunda y decisiva vez el acuerdo del Brexit de Theresa May por 391 votos frente a 242.
El ala dura del Partido Conservador y el Partido Democrático Unionista (DUP) hicieron causa común para volver a boicotear el acuerdo de May, al que también se opusieron los laboristas, los nacionalistas escoceses, los Liberal Demócratas y el recién creado Grupo Independiente, con fugados de los dos grandes partidos.
"Si no aprobamos el acuerdo, corremos el riesgo de perder el Brexit", dijo May, quien hizo una última apelación al "pragmatismo" británico a la hora de pedir el voto a favor de su acuerdo, tras lograr "cambios legales y vinculantes" en la espinosa cuestión de la "salvaguarda" irlandesa.
Advirtió que un rechazo parlamentario sería también interpretado como una quiebra de la "decisión democrática" tomada en el referéndum de la UE.