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Acuña y Larreta dejan sin vacantes y siguen cerrando escuelas en la Ciudad

La ONG "Vacantes para todxs en las escuelas públicas" exigen que el gobierno porteño construya nuevas escuelas para la doble escolaridad y no que cierre establecimientos de jornada simple.

El gobierno porteño sigue cerrando escuelas de jornada simple en vez de crear escuelas de jornada completa en edificios nuevos y es una decisión política que afecta a toda la sociedad. La denuncia fue realizada por la ONG "Vacantes para todxs".

COLEGIO DERRUMBADO SIN VACANTES

"Las niñas y los niños no son muebles que se puedan mudar de un edificio a otro.  Hay construcción subjetiva y comunitaria de pertenencia. Una familia que eligió una escuela tiene derecho a ser parte de ella si todo funciona bien. Si se necesita jornada completa hay que luchar para que se construyan nuevas, salir a la calle y conquistar el derecho, no avasallar el derecho de otras personas para imponer mi deseo o necesidad. Un derecho no está por encima de otro, se deben garantizar ambos. Es básico, en cualquier convivencia", explicaron padres y madres que envían a escuelas públicas a sus hijos.

Por otro lado, destacaron el daño que realiza esta gestión a las infancias con discapacidad, neurodiversas, ya que estos alumnxs son quienes principalmente necesitan de la jornada simple porque a contraturno suelen realizar terapias y las obras sociales solo cubren un máximo de horas de sueldo de sus acompañantes en la escuela. Incrementar horas de manera arbitraria afecta a las familias de estudiantes con discapacidad que ya la tienen bastante difícil con la burocracia del sistema como para complicarlas más.

Destacó la ONG: "Cerrar escuelas de jornada simple no sólo afecta a las familias que lo rechazan, detrás hay además miles de puestos de trabajo. Para empezar en la misma escuela donde puede haber 14 docentes de grado, pasan a ser 7 y lo mismo sucede con profesores curriculares".

COLEGIO PRIVADO SIN EDUCACIÓN

Además, teniendo miles de familias sin vacante, cerrar jornadas simples reduce a la mitad la capacidad de las escuelas, generando una crisis aún peor de falta de vacantes. Se cambian grados de baja matrícula, comodidad en los espacios de la escuela, un trabajo más llevadero para la docencia y un acompañamiento más personalizado en las trayectorias escolares por hacinamiento, contaminación auditiva, por más agotamiento estudiantil y de docentes. Sostener 8 horas de institucionalización temprana y prolongada no es algo sano para las infancias. 

Vacantes para Todxs en las escuelas pública dijo que "tener tiempo de recreación y tiempo libre es un derecho tanto para las infancias como para las personas adultas trabajadoras. Quienes eligen jornada simple habitualmente eligen también talleres de danza, música, idiomas, orquestas, ajedrez, clubes de ciencia, el Instituto Vocacional de Arte (IVA), deportes en los polideportivos a contraturno. Todo eso que también son derechos de las infancias y miles de puestos de trabajo que tenderán a desaparecer junto con las jornadas simples que se cierran".

Además, destacaron el retroceso pedagógico de esta medida de la ministra de Educación, Soledad Acuña y el jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta: "Quienes apoyan esta medida de ajuste, de cierre de jornada simple, deben saber que es un retroceso pedagógico, pero principalmente económico y laboral, al revés de como lo quieren presentar. Lo que están creando no son puestos de trabajo, sino más mano de obra desocupada, más horas. Mayor oferta de mano de obra en el mercado para la misma cantidad de puestos de trabajo solo puede derivar en mayor precariedad laboral y peor paga".

Finalmente, concluyeron que "cerrar escuelas de jornada simple y obligar a escolarizar a todas las infancias 8 horas y cada vez más días al año, incluso con temperaturas heladas en invierno y calores insoportables en verano de ninguna forma garantiza más y mejores aprendizajes, sino, por el contrario, agobia, produce desinterés por agotamiento y muchas veces cuesta mucho más garantizar el aprendizaje de contenidos en las aulas en estas extenuantes jornadas de institucionalización. Cantidad no es sinónimo de calidad". 

"¿Hasta dónde dejaremos que avancen estos discursos y medidas que alejan a las infancias cada vez más de la contención y crianza familiar, de la presencia y afecto que necesitan, de poder garantizar tiempo a nuestres hijes de calidad, de tener trabajos que garanticen derechos y sueldos suficientes y no más precariedad?", concluyeron.

 



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