Faltas. Cartas a todas las personas de mi pueblo que no me violaron es una narración epistolar escrita por Cecilia Gentili, artista y activista trans argentina radicada en Estados Unidos desde principios de los 2000. Allí se convirtió en una figura central de la lucha por los derechos de la comunidad trans migrante y desarrolló una notable carrera como actriz, producciones entre las que se destaca la famosa serie televisiva Pose.
Esta obra literaria está publicada por Caja Negra Editora, que esperaba contar con la presentación de Gentili en Argentina, pero, sorpresivamente, falleció a los 52 años en febrero. Su funeral se transmitió en vivo y reunió a más de mil personas.
La editorial trabajó junto a McKenzie Wark para traducir y publicar la obra, que también cuenta con un epílogo firmado por ella.
Wark dice: "Faltas da cuenta de un tipo distinto de narración en el sentido de que el dolor no está tan resguardado por la forma del cuento, ni por el vasto sentido del humor de Cecilia, ni tampoco por su mera presencia. Faltas es una joya de libro, que comprime en unas pocas páginas profundas y oscuras toda la economía sexual de una ciudad pequeña, vista desde el punto de vista de su recurso más explotable: la infancia queer".
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Es a través de cartas afiladísimas que Cecilia vuelve al pueblo de su infancia, Gálvez, en Santa Fe, y contacta una por una a las personas que fueron silenciosas cómplices de los abusos que vivió. Conversa también con amigos entrañables y miembros de su familia, en un movimiento que tiene algo de reparación del trauma y algo de ajuste de cuentas.
El formato elegido es el de una serie de cartas que acaso nunca lleguen a destino, textos que hacen todo al mismo tiempo: acusar, redimir, burlarse, enseñar, seducir. Sus destinatarios son quienes, voluntaria o involuntariamente, fueron cómplices de la violencia sufrida. Personas comunes y corrientes que contribuyeron con su silencio a que su vida fuera mucho más hostil y precaria que la de otros niños.
Cecilia Gentili escribe con una contundencia única y expande las posibilidades de las narrativas queer con estas misivas tan hilarantes como conmovedoras. ¿Busca venganza o quiere perdonar? Quizás las dos cosas a la vez. Con la potencia de su lengua travesti, Faltas es un ejercicio de exorcismo, una hermosa meditación sobre el poder de la escritura para sanar las heridas más punzantes y construir comunidad.
