A más de ocho años de su muerte, Pedro Lemebel sigue presente en el espíritu de sus obras y varias generaciones que las han consumido. Últimamente, el nombre del célebre escritor, cronista y referente LGBT resuena en las noticias debido al conflicto que se suscitó entre sus herederos.
Sucede que Geraldine Mardones, hija no reconocida del hermano del escritor, solicitó una partición de bienes. Hasta el momento, la sucesión contempla, a falta de descendencia, a la viuda y los tres hijos de Jorge Mardones, su único hermano.
Lemebel falleció el 23 de enero del 2015 a los 62 años luego de luchar por años contra un cáncer de laringe.
Según afirmó Mardones a Las Últimas Noticias, ella nació fuera del matrimonio de su padre: “Al año siguiente, él se separó de su esposa y se fue a vivir fuera de Santiago con otra persona”, detalló.
"Toda mi vida me han negado. Mi papá siempre dijo que yo no era su hija. En el año 2015 yo pedí la prueba de ADN", contó en otra entrevista. Así es como la joven comprobó que ella llevaba la sangre Lemebel en sus venas y que le correspondía parte de la herencia.
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Respecto al vínculo con sus otros hermanos, relató que durante un tiempo fue cercana especialmente con su hermana Daniela, pero que se distanciaron cuando demandó a Jorge Mardones Lemebel para que la reconociera como hija legalmente. “Ella nunca me lo perdonó, no me volvió a hablar. De hecho, se enojó mucho cuando llegué al funeral de Pedro y no me avisó cuando falleció nuestro padre”, confesó.
Además de manifestar lo “difícil y largo del trámite” de reconocer sus derechos hereditarios, denunció el ocultamiento de la muerte de su progenitor: “Me enteré de la muerte de mi progenitor a través de Facebook, desde un perfil falso. Nadie me dijo, nadie me avisó, hasta el día de hoy no sé dónde está enterrado”, afirmó Geraldine. “Sentí rabia, ahora se sabe que fue por intereses económicos y para mantenerme fuera del legado de Pedro Lemebel”, aseguró.
A raíz de esto, Geraldine se contactó con el abogado Felipe González para presentar una querella en contra de sus hermanos. Este proceso provocó que la editorial Planeta suspendiera todas las ediciones, reediciones, publicaciones y distribución de los libros del escritor.
En conclusión, se detuvo la comercialización de los libros de Lemebel porque, a diferencia de sus hermanos, Geraldine no ha recibido dinero por las obras e inmuebles de su tío.
