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Masacre en la textil Luis Viale: 17 años de impunidad

Juana Vilca (25 años, embarazada), Wilfredo Quispe (15), Elías Carvajal (10), Rodrigo Carvajal (4), Luis Quispe (4) y Harry Rodríguez (3) murieron el 30 de marzo de 2006 en el incendio del taller textil Luis Viale, donde mujeres migrantes eran esclavizadas cosiendo 18 horas al día.

(Cosecha Roja)
(Cosecha Roja)

Luego de 17 años, ni los dueños del taller clandestino, ni ningún funcionario de la Ciudad encargado de las inspecciones, ni los miembros de la policía que daban protección a la industria textil esclavizante y criminal, recibieron condenas. Las familias de los trabajadores textiles esclavizados siguen luchando por memoria, justicia y renovaron el pedido de expropiación de esas instalaciones.

Hace dos años, lxs ex trabajadores denunciaron a Infonews que "los dueños tienen abierto un taller clandestino en el fondo de la propiedad" (incendiada).

Este año, sobrevivientes y familiares de las víctimas renovaron su reclamo de que el lugar sea expropiado como centro de memoria al igual de lo ocurrido el año pasado con el inmueble de la tragedia de Cromañón. 

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De hecho, la “expropiación y patrimonialización” será el principal pedido del “Festival de Resistencia” que se realizará este jueves a partir de las 12 en el lugar donde perdieron la vida una mujer de 25 años embarazada y cinco niños de entre 3 y 15 años el 30 de marzo de 2006, todos de nacionalidad boliviana. Habrá música en vivo, micrófono abierto, feria y serigrafía hasta las 20. 

“Queremos que estas muertes no queden en el olvido, invisibilizadas producto del racismo. Nosotros fuimos migrantes que vinimos a la Argentina en busca un trabajo digno; nos obligó la necesidad y acá nos encontramos con mucha discriminación por ser quechuas o aymaras”, dijo a Télam Lourdes Hidalgo (56), sobreviviente del incendio.

JEANS CON SANGRE ESCLAVA

En el taller en el 2006, eran explotadas 65 personas, de las cuales 25 eran niñxs. Las familias de los trabajadores eran obligados a vivir en habitaciones de nylon y cartón.

La esclavización de los obreros textiles y sus familias costó la vida a Juana Villca de 25 años, quien estaba embarazada. El adolescente Wilfredo Quispe de 15 años y los niños: Elías Carvajal de 10 años, Rodrigo Caravajal de 4, Luis Quispe de 4 y Harry Rodríguez de 3. Todos de la comunidad boliviana.

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En el taller incendiado funcionaban más de 30 máquinas de coser para confeccionar jeans, pero sólo estaba habilitado para alojar cinco maquinas. Había un solo baño y los trabajadores reducidos a la servidumbre no tenían agua caliente. Las jornadas laborales eran de 18 horas, y la paga por cada jean terminado era de 50 centavos. Un negocio que produce millones en base a la explotación de los obreros y su familia, los que eran obligados a convivir junto a sus instrumentos de trabajo.

Los peritajes realizados por bomberos de la Policial Federal determinaron que el incendio se inició en el primer piso, donde descansaban los niños, algunos accedieron a la escalera y lograron bajar, pero muchos quedaron encerrados en una jaula, entre el fuego y la pared.

IMPUNIDAD A LOS EXPLOTADORES

En el 2019, el Juez Alberto Baños, del Juzgado Criminal y Correccional N° 27, sobreseyó a Daniel Alberto Fischberg y Jaime Geiler, dueños de las marcas para las que trabajaba el taller textil de la calle Luis Viale, incendiado en marzo de 2006.

En su dictamen, Baños con la fiscal Betina Vota, señalaron que no se pudo probar que Fischberg y Geiler conocieran la situación del taller, dejando de lado declaraciones contrarias de varios testigos y las denuncias de los vecinos.

En junio de 2016 el TOC N° 5 condenó a los encargados del taller, Luis Sillerico y Juan Manuel Correa, a trece años de prisión por reducción a la servidumbre.

La vinculación de Fischberg y Geiler con el taller era indiscutible que eran incluso dueños del inmueble incendiado, Fischberg solía visitar el taller, hecho que Baños decidió ignorar.

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