La joven, de 15 años, inició una huelga de hambre para que se le permita vivir con su marido, de 18 años. "El matrimonio infantil está en contra de nuestros principios", explicó el secretario de Asilo Theo Francken, que subrayó que las personas en estos centros "son libres, pueden verse cuando quieren", pero no existe una convivencia entre ese tipo de parejas en los centros belgas.
Los centros de recepción belgas acogen a docenas de esposas menores de edad. Según las cifras oficiales, el año pasado había unas 17 mujeres en esa situación y este año han llegado otras 7.
Francken indicó que esas cifras son solo la "punta del iceberg", porque los refugiados no siempre informan de la situación.
El secretario de Asilo belga asegura que se siente "muy preocupado" por la joven que ha dejado de alimentarse. "No quiero que le ocurra nada. Los chequeos médicos que se le realizaron a principios de semana fueron buenos. Pero yo no puedo apoyar el matrimonio infantil", indicó.
Según la legislación siria, las jóvenes pueden casarse a partir de los 13 años, con la condición de ser "físicamente maduras", mientras que según la ley belga no es posible el matrimonio a los menores de 18 años.
