El gobierno de la Ciudad de Buenos Aires tuvo que habilitar unidades febriles en 18 hospitales públicos luego de la proliferación de casos de dengue. Estas unidades operan con protocolos de atención específicos y se dedican exclusivamente a pacientes con sospechas o confirmaciones de la mencionada enfermedad, que no cesa, a la vez que aumenta exponencialmente.
Según el protocolo de atención, los pacientes son admitidos con registro de datos y trasladados a una sala de espera donde personal médico y de enfermería proporciona atención y contención. Posteriormente, se realiza un examen clínico y, si es necesario, se administra hidratación. También se prevé la realización de estudios de laboratorio para analizar los niveles de plaquetas y determinar la gravedad de la enfermedad. Además, se programa una reevaluación del paciente dentro de las 48 horas siguientes.
Los síntomas generales de dengue incluyen fiebre, sarpullido, malestar general, cefalea, dolor retroocular, dolor muscular, dolores articulares, cansancio intenso, náuseas y vómitos. Es fundamental que las personas diagnosticadas estén atentas a las señales de alarma y acudan al centro de salud más cercano si experimentan sangrado de encías, nariz, vómitos, presencia de sangre en heces u orina, dolor abdominal intenso y constante, somnolencia, mareos o desmayos, así como una fuerte sensación de inquietud, irritabilidad o vómitos persistentes. Se recomienda no automedicarse, mantener una hidratación constante y consultar al médico.
