A esta altura podría decirse, como en la canción de León Gieco "Los Orozco", que Florencio tocó con todos. Y todas.
Randazzo, el hombre que ingresó a la política con el comisario torturador Luis Abelardo Patti, luego participó como ministro del gobierno bonaerense de Felipe Solá y después se sumó al kirchnerismo (del que fue un funcionario central entre 2007 y 2015) para más tarde pegar el salto al massismo ante el desaire de CFK que optó por Daniel Scioli como presidenciable, ahora juega para el conservador cordobés Juan Schiaretti.
En el medio (es decir, entre 2015 y hoy) jugó también para el propio Alberto Fernández, que a su vez había sido jefe de campaña de FR en 2017 y a quien se acercó antes de la elección de 2019. La falta de cargos a la vista y el resentimiento mutuo con Cristina hicieron que su entrada formal al FdT nunca se produjera.
Parte médico por la salud de Alberto Fernández
Según los pasillos del PJ, el actual gobernador de Córdoba quiere a Florencio como candidato a gobernador bonaerense con el fin de restarle votos a Kicillof. Nadie piensa con seriedad en que Randazzo pueda tener chances de siquiera salir segundo o tercero en la contienda, pero la clave para el mediterráneo es hacer pie en La Provincia con el fin de colarse en los rostros presidenciables, si no es para este año, pues para 2027 (aunque entonces Don Juan ya tendrá 77 años).
En las últimas horas, Florencio Randazzo retomó su pasión tuitera con mensajes que lo ubican como un recién llegado a la política, como un renovador.
"Somos muchos los que deseamos salir de esta trampa que nos tiene paralizados hace décadas (sic)", escribió en la red del pájaro celeste, casi como las "décadas" de referencia no lo hubieran incluido.
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"Hay una oportunidad. En Córdoba se pudo, y creemos que en Argentina también. Es hora de levantarse", agregó y acompañó su mensaje de esperanza con una foto de Juan Schiaretti, quizá el más a la derecha de los posibles presidenciables con los que juega el PJ en sus diferentes versiones.
Luego, subido al tremebundo índice de inflación de febrero, tuiteó que "el 102,5% de inflación anual es el fiel fracaso de los dos modelos que nos gobernaron en las últimas décadas", haciendo referencia, otra vez, a su paso por el Estado nacional, quizá. ¿Autocrítica? No, ya que dejó las culpas en tercerxs: "Quieren seguir haciéndolo para que nada cambie". Y apuntó: "Es hora de levantarse (sic)". No queda claro si habla de algún tipo de siesta política.
Continuará.
