Desde que la cámara de Diputados tratara y aprobara el proyecto de la oposición para modificar el impuesto a las ganancias, Mauricio Macri y todo su gabinete salieron al cruce para evitar que los senadores no voten a favor de la ley que se había propuesto. De esta forma, el Poder Ejecutivo comenzó a "presionar" a gobernadores, para que los legisladores lo congelaran y así modificarlo.
Durante la tarde del martes en el Congreso, no se reunieron las firmas necesarias para que sea tratada en la Cámara Alta. Así, Cambiemos gana una semana y el proyecto volvería a Diputados con solo diez días por delante antes de fin de las sesiones extraordinarias.
Es decir que de no producirse dictamen, mañana no habrá sesión sobre el tema Ganancias. El Gobierno ganaría una semana más para poder convencer a los gobernadores con sus argumentos sobre los efectos que aducen, tendría para las provincias. La carta del Ejecutivo es es convocar a una mesa de gobernadores, legisladores y gremios para intentar llegar a un proyecto consensuado.
En las primeras horas de la tarde, quien habló y señaló con el dedo fue el titular de la AFIP, Alberto Abad, quien criticó el proyecto de la oposición.
Abad sostuvo que la aprobación del proyecto opositor sobre Ganancias "va a complicar el control de la fiscalización" y consideró que también genera "alguna incertidumbre para los empleados" ya que "la tarea de liquidar es realmente muy compleja".
Por su parte, la subsecretaria de Ingresos Públicos, Claudia Balestrini, advirtió que hay que "tener certeza jurídica" para instrumentar la norma porque, si no, ese sistema tributario es inviable", y señaló la iniciativa es "inaplicable" en algunos de sus aspectos.
