Tras el paro de trenes encabezado por el gremio de maquinistas La Freternidad, que conduce Omar Maturano, no sólo se desnudó una interna gremial sino que volvió a demostrar la falta de igualdad de géneros.
Ayer, durante una entrevista en la radio Urbana Play con María O'Donnell, Maturano fue consultado por la falta de mujeres dentro del gremio y las dificultades de acceso a las mujeres que quieren ser maquinistas, y sin un sólido argumento respondió que de 7 mil afiliados que tiene el gremio no hay ninguna mujer conduciendo un tren.
En contrarrespuesta, la delegada ferroviaria en el tren Sarmiento, Mónica Schlotthauer, cuestionó y aseguró que actualmente no hay mujeres conduciendo trenes “porque en primer lugar esa ha sido una actividad masculina”.
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“Nosotras -continuó Schlotthauer- estamos hace diez años pelando por la igualdad laboral, igualdad de oportunidades, hemos conquistado un montón de puestos, porque antes estábamos solamente en limpieza y hacíamos a cuentagotas en algunas otras especialidades, pero esencialmente éramos unas 20 compañeras que hacíamos en su mayoría tareas de limpieza. Y bueno, hicimos un movimiento poco antes del Ni Una Menos y después empezamos a lograr un montón de puestos", repasó.
El problema se generó "cuando fue la pelea de la conducción, quedamos en el estribo", recuerda la delegada ferroviaria y explica: "En algún momento que estábamos muy solas, desoídas por la empresa y constantemente atacadas por la conducción de La Fraternidad, justo cayó el Ni Una Menos. En su momento, en el 2015, hubo ocho mujeres que logramos llegar a los exámenes de pre-conducción. Ninguna de las ocho pudimos acceder, nos dijeron que estábamos bochadas y no nos dieron la devolución de los exámenes".
"Ahora tenemos tres compañeras que quieren ser maquinistas, te toman el currículum y después no se logra nada", indicó y recordó que luego de que "desaprobaran" a esas ocho compañeras "muchas se desmoralizaron, no nos anotamos más y ahora, este año, otra vez tenemos compañeras que se han anotado, inclusive una compañera trans. Así que no sólo estamos pelando por el cupo femenino sino también por el cupo para las disidencias".
Schlotthauer remarcó que los instructores del curso de conducción son del gremio La Fraternidad, a la que acusó de ser misógina. "Tampoco la empresa, que es una empresa estatal, ha garantizado los derechos igualitarios porque también la empresa tiene derechos de admisión, que tienen que ser sin discriminación de géneros", cuestionó.