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Me quedé sin trabajo por adherirme al paro de mujeres

Soy docente y mujer. En 2020 me sumé a la jornada del 8M pero me costó mi trabajo: tendrían que haberme dado un paquete de horas pero me castigaron por hacer paro.

Soy docente y también soy mujer. Me siento orgullosa de serlo pero a lo largo de mi vida he sufrido muchísimas injusticias. He visto a mi alrededor la falta de derechos y equidad, como trabajadora, vulneraron mis derechos. Aún la justicia no apareció pero quiero contar en primera persona cómo me sacaron mi puesto de trabajo en un colegio público por adherime al paro internacional de mujeres

Luego de años de ser suplente e ir acomodando y sumando horas en el colegio ENS N° 6 “Vicente López y Planes” de la Ciudad de Buenos Aires, en 2020 por fin llegué a ser interina con la ilusión de algún día poder ser titular. Horas que ya no tenía que devolver, eran “más seguras” dentro de la precarización laboral que padecemos los docentes. 

Después de pasar de “Interinato a término” debido a la jubilación de la profesora titular, paso a ser “Interina” mediante un “Acto público interno” -que por puntaje y continuidad pedagógica me correspondía. Cabe aclarar que un Acto Público se realiza a toda la población docente cuando la horas quedan vacantes ya sea por enfermedad u otro motivo. En este caso al venir trabajando en cargo fue cerrado para las profesoras de ese colegio solamente. Días previos a este acto, que se hace un día viernes, avisé a las autoridades que el lunes siguiente me iba a adherir al paro de mujeres, por lo cual me fui tranquila y feliz a casa. 

El lunes a las 7:30 aviso al teléfono de la directora, dos horas antes de que iniciara mi jornada, que recordara que me adhería al paro; al cual me contesta “todo bien”. Alrededor de las 11hs recibo otro mensaje de ella, diciéndome que tenía que ir al colegio a hacer “toma de posesión”, así que directamente llamé y consulté por qué el viernes no me dijeron nada de eso pero que iba para el colegio. La directora me respondió que desconocía el reglamento de tal caso. En menos de 45 minutos llegué al establecimiento donde me esperaban los dos directivos con el acta donde me cesaban de mi cargo por haberme adherido al paro.  

No podía creer lo que estaba pasando, los directivos me mandaban a hablar con la supervisora, yo diciéndoles que aún mi horario no había terminado, de todas maneras llorando y con una sensación de vulnerabilidad llegué a la supervisión que queda a unas cuadras en otro colegio cercano. Una vez allí sentada ante la supervisora, en una oficina plagada de estatuillas de santos y vírgenes, le expliqué la situación pero ella cerró todo tipo de conversación de una manera muy hostil explicándome que esas son las consecuencias de hacer paro. De esta manera me quedé sin trabajo, estando en horario laboral y al fin de cuentas sin haberme podido adherir al Paro Internacional de Mujeres.

Hoy me entero que a algunas docentes les hicieron descuentos por adherirse al 8M, al mismo tiempo en las escuelas nos piden que trabajemos la temática sobre los derechos de la mujer y la tan cuestionada ESI. En este oxímoron que plantean desde el Ministerio de Educación de la Ciudad, siendo el 90 % de la población docente mujeres; Yo: mujer, trabajadora y docente, me encuentro pidiendo que se expidan sobre todas la pruebas presentadas y el proceder que tuvieron tanto lxs directivxs, como la supervisora sobre mi caso, el cual que estuvo plagado de irregularidades. Que no quede en una medida disciplinatoria y aleccionadora, ya que es un acto de discriminación. Deja ver, ante nuestrxs alumnxs, un claro ejemplo de desigualdad y vulneración de derechos, pero por sobre todo si sos mujer.



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