Por Diego Pintos
Los misteriosos submarinos de Frondizi: un enigma en el Golfo Nuevo
En el corazón de la Patagonia, un enigma naval fascinó a generaciones mientras otras lo desconocen por completo: los misteriosos submarinos de Frondizi. Durante su presidencia entre 1958 y 1962, la Armada Argentina se enfrentó a objetos sumergibles no identificados en el Golfo Nuevo, desatando una serie de operaciones militares insólitas.Este intrigante capítulo, repleto de especulaciones sobre su origen, desde submarinos soviéticos hasta fenómenos paranormales, continúa despertando curiosidad y debate. Descubrí la historia detrás de este misterio que aún persiste en las aguas argentinas.
28 de septiembre de 2024 - 11:36
En la historia de la Argentina hay episodios que parecen sacados de una novela de ciencia ficción. Uno de ellos es el intrigante caso conocido como "los submarinos de Frondizi". Durante el gobierno del presidente Arturo Frondizi, entre 1958 y 1962, la Armada Argentina se enfrentó a una situación extraordinaria: la detección de objetos sumergibles no identificados en las aguas del Golfo Nuevo. Este relato no solo refleja el clima de tensión de la época, sino que también abre un abanico de especulaciones sobre lo que realmente sucedió bajo las olas.
Los primeros avistajes
Todo comenzó en mayo de 1958, poco después de que Frondizi asumiera la presidencia. Durante ejercicios militares, se detectó un submarino no identificado cerca de Puerto Cracker. “Como no había forma de identificarlo ni la nave contestó a las advertencias, se procedió a atacarlo”, relató el presidente en una conferencia que dejó atónitos a los periodistas. Sin embargo, el resultado del ataque nunca quedó claro: no se pudo confirmar si el submarino fue alcanzado.
Una serie de encuentros extraños
Los sucesivos avistajes de submarinos continuaron. En octubre de 1959, los informes indicaron la presencia de naves sumergidas que aparecían y desaparecían con facilidad. Los objetos, a los que se denominó O.S.N.I. (Objeto Sumergible No Identificado), lograron eludir las estrategias de la Armada, que organizó operativos de búsqueda intensivos, siempre sin éxito. La situación alcanzó su punto máximo en febrero de 1960, cuando se desató lo que la prensa denominó “la batalla del Golfo Nuevo”.
La gran operación militar
El 30 de enero de 1960, unidades de la Armada argentina detectaron un submarino que, al ser advertido, se sumergió rápidamente. Ante la alarma, el alto mando decidió movilizar todo lo que tenía disponible en la zona. El sonar reportó la presencia de no uno, sino de dos submarinos. Las fuerzas argentinas, compuestas por 13 buques y 40 aviones, se lanzaron a la caza del intruso. A lo largo de días, se realizaron bombardeos con cargas de profundidad, pero los resultados siempre resultaron infructuosos.
“Las aguas del Golfo Nuevo fueron cuidadosamente cribadas... sin que se estableciera contacto con submarinos incursores, lo que sugiere que hayan podido escapar”, declaró la Armada en un comunicado el 22 de febrero.
Hipótesis y especulaciones
A medida que los días pasaban y los avistajes continuaban, comenzaron a surgir teorías para explicar este fenómeno. Algunos sugirieron que se trataba de submarinos soviéticos en busca de tesoros nazis ocultos en la Patagonia. Otros apuntaron a un submarino británico o incluso a restos de submarinos alemanes de la Segunda Guerra Mundial. La comunidad ufóloga, años después, no dudó en proponer que la tecnología involucrada podía estar más allá de lo humano.
Una de las teorías más fascinantes sostiene que los submarinos podrían haber sido un fenómeno paranormal, un eco de otras dimensiones.
El hallazgo moderno
El misterio resurgió en octubre de 2022, cuando la agrupación Eslabón Perdido, liderada por el investigador Abel Basti, anunció el descubrimiento de estructuras metálicas en el fondo del mar. Según sus afirmaciones, estas imágenes podrían corresponder a un submarino, lo que avivó nuevamente la llama de la curiosidad.
Un enigma sin resolver
El episodio de los submarinos de Frondizi queda como un rompecabezas inacabado. A pesar de los esfuerzos de la Armada, la verdad detrás de estos encuentros sigue sin esclarecerse. ¿Qué eran realmente esos O.S.N.I. que jugaron al gato y al ratón con la Marina argentina? Las respuestas siguen en el fondo del mar, sumergidas en un misterio que, como un submarino en las profundidades, puede que nunca emerja.