Martes 26 de junio. Los ojos de los medios nacionales estaban puestos ese día en el partido que la Selección nacional de fútbol masculino jugaría contra Nigeria para definir su pase a octavos de final en el Mundial. Pero temprano, otra noticia sacudió a la prensa argentina: comenzaban a llegar centenares de telegramas de despido a los trabajadores de la agencia estatal de noticias Télam.
La magnitud del ajuste repercutió rápidamente en diarios nacionales e internacionales: el titular del Sistema de Medios Públicos, Hernán Lombardi, anunciaba que serían en total 354 los trabajadores que dejaría en la calle, el 40,35% de los 878 empleados. Esa cantidad, sumado a otros tres que habían sido echados en el último tiempo, significó un verdadero desguace de la agencia, que incluyó el cierre de cinco corresponsalías en las provincias y la reducción de la planta de otras 14.
Desde esa mañana, los trabajadores y las trabajadores comenzaron un camino de lucha por la reincorporación de todos los despedidos que implica el paro de actividades y la permanencia en las instalaciones de la agencia. El último cable difundido data de las 9.38 de ese martes 26 de junio. El Gobierno había silenciado a Télam.
Durante este mes, la lucha de los laburantes que todos los días hacen la Agencia contó con el acompañamiento no sólo del Sindicato de Prensa de Buenos Aires (SiPreBA), sino con el apoyo de todo el movimiento obrero nacional, organismos de Derechos Humanos, organizaciones sociales, partidos políticos, universidades y con la solidaridad de colegas de medios internacionales.
Asimismo, la denuncia por el vaciamiento de Télam llegó a organismos internacionales como la Organización de Naciones Unidas a través de la Organización Internacional del Trabajo y movilizó a centenares de personas en la Marcha Nacional de Prensa a las oficinas de Hernán Lombardi en el Centro Cultural Kirchner.
Del otro lado, un Gobierno que encuentra en el ajuste un mecanismo para silenciar a la prensa y devastar el sistema público de comunicación en un contexto general de cierre de medios y pauta oficial destinada a engrosar las arcas de los monopolios privados que reproducen el discurso de los sectores de poder que representa la gestión de Cambiemos.
Del otro lado, los directores de la empresa, Rodolfo Pousá y Ricardo Carpena, llamándole "modernización" y "reestructuración" al ajuste, alegando una "superpoblación" (cuando las agencias públicas internacionales líderes cuentan con más trabajadores que Télam) y mintiendo sobre que los despedidos eran todos kirchneristas y ñoquis.
"Desde hace 30 días, los trabajadores y trabajadoras de esta agencia nos encontramos cumpliendo nuestro horario de trabajo, algo que contrasta con el flagrante abandono de tareas que realizaron directores, gerentes y obsecuentes de turno que desde el 26 de junio no asoman su narices en ninguna de las sedes de la empresa", contrapusieron ayer los trabajadores.
A la espera de una mesa de diálogo con las autoridades, el mes de lucha se conmemorará este sábado 28 a las 14 con un festival callejero en la esquina de Av. Belgrano y Defensa, donde está la redacción de la Agencia, del que participarán Acorazado Potemkin, Karamelo Santo, el trío de Javier Malosetti, Jorge Araujo, Me darás mil hijos, entre otros artistas.
