En la plaza Santana, ciudad de Salvador de Bahía, mujeres, hombres y muchos niños aguardaban los resultados de un tenso día electoral. Hacia las 20, en la enorme pantalla instalada en la plaza, apareció el porcentaje de Luiz Inácio Lula da Silva superando por primera vez al actual mandatario y aspirante a la reelección, Jair Bolsonaro, y la alegría de los bahianos fue desbordante.
Todos gritaron y se abrazaron mucho más que si hubiera sido un gol de Neymar: allí el 69,67% de los votos a presidente fueron a parar en favor de Lula, contra el 24,35% que alcanzó Bolsonaro.
Con un 100% de las mesas escrutadas, el pueblo brasileño se decantó por Lula Da Silva con un 48,43% (57.257.473 votos) como candidato predilecto, ante el 43,20% (51.071.106 votos) de Jair Bolsonaro. Dado que ninguno de los candidatos alcanzó el 50% más uno de los votos, porcentaje con el que se gana en primera vuelta, la Presidencia de Brasil se definirá en un balotaje el 30 de octubre.
"Es la única esperanza que tenemos. Lula es una persona que vino de abajo, que sabe lo que es el trabajo, que sabe lo que es el hambre, la pobreza, sabe lo que es luchar y nosotros nordestinos bien que sabemos de eso", relató con lágrimas en los ojos, Glaucia, maestra ya jubilada que estaba con su hija y su nieta, siguiendo atentamente los números.
SOMOS UNA COOPERATIVA
NOS AUTOGESTIONAMOS
VOS NOS FINANCIÁS
¿CÓMO?
Los bahianos seguían con expectativa no solo la elección nacional, sino también la elección a gobernador. Esta vez las encuestas erraron por lejos. El candidato del Partido de los Trabajadores, Jerônimo Rodrigues, arrasó con un 49,24% de los votos contra los del ex alcalde de Salvador, Antonio Carlos Magalhães Neto, 40,93%. Aquella fue la mayor felicidad para los presentes. Si bien también irán a un segundo turno para definir el próximo gobierno, la sensación de triunfo fue festejada con litros de cerveza en todas las mesas.
"Vamos a ver qué dicen ahora los paulistas", era el comentario generalizado, recordando que en la elección de 2018 las redes sociales se llenaron de comentarios racistas diciendo que separar el Nordeste sería lo mejor para el Brasil.
Estas elecciones las publicaciones se revirtieron. Felipe Neto, influencer con más de 16 millones de seguidores que apoyó a Lula, suplicaba a las 18.30 horas: "Nordeste, salve o Brasil".
Nordeste, salve o Brasil.
— Felipe Neto ? (@felipeneto) October 2, 2022
"Yo vine con la esperanza de ver ganar a Lula en el primer turno para sacar a Brasil de las garras de Bolsonaro, para acabar con esos presupuestos secretos, con el desmonte del Amazonas, de decir adiós a ese ser que se rió de la muerte de muchos brasileños, que se burló de las vacunas, del Covid", comentó Ramón (24 años), un joven del municipio de Rafael Jambeiro, con unos 25.000 habitantes del interior de Bahía.
"Quien vive en el Nordeste sabe lo que fue, en los anteriores gobiernos de Lula y Dilma (Rousseff), la llegada de la luz eléctrica en la zona rural, los programas de cisterna de agua, el desenvolvimiento agrícola. Aquí usted planta este año lo que va a comer en el próximo. Vida de lucha, de eso sí que sabemos", argumentó el joven con una sonrisa.
Alrededor de las 21.30 horas la euforia ya había dado paso al debate sobre las próximos pasos para asegurar la victoria de Lula en el segundo turno.
Fue en ese momento que llegó al lugar donde los petistas bahianos se reunieron la electa diputada estatal Olivia Santana. Allí brindó sus palabras: "Como mujer, no hay democracia sin la activa presencia de las mujeres y, sobre todo, de las mujeres negras, esta democracia tiene que continuar con su esencia antirracista y feminista", señaló esta pedagoga, hija de una empleada doméstica y un carpintero.
"Hoy tenemos que garantizar la expulsión de este hombre (por Bolsonaro) de la Presidencia. Porque él no combina con Brasil, no combina con el proyecto generoso de la nación brasileña", reflexionó Santana, quien fue abrazada y felicitada por muchas de las mujeres que poblaban la plaza de Rio Vermelho, uno de los barrios de Salvador.
De camino a casa, con su bandera multicolor en el hombro y de la mano de su pareja, Mateus se lamentaba: "Durante el gobierno Bolsonaro pasamos años de miedo de estar en la calle mostrándonos como somos, yo viví tenso, sin saber si iba a llegar vivo a casa. Con Lula yo sé que no será así. Voy a volver a sentirme libre. ¡Vamos a ganar en el segundo turno, por la libertad, con certeza!"
¿QUERÉS ACOMPAÑAR A INFONEWS?
