POLÍTICA

Más hipocresía: junto con el dietazo millonario venía escondido un aguinaldo

Todo el arco político del senado votó el millonario aumento. Más allá de los relatos libertarios y del macrismo para que no los salpique el barro, también levantaron la mano. Fue unánime. Los pataleos televisivos o en redes posteriores son hipocresías. La casta era el pueblo.

Luego de que los senadores aprobaran un aumento salarial del 165% para ellos mismos en una reciente sesión de la Cámara alta, y llevaran su salario neto de 1.7 millones a 4.3 millones de pesos, se reveló también que la resolución aprobada incluye un aguinaldo que anteriormente no recibían.

El documento aprobado establece que los senadores recibirán 13 dietas anuales en lugar de las 12 que percibían hasta ahora. “Establécese que a partir del mes de mayo del presente año los senadores nacionales percibirán un total de 13 dietas anuales. Cada una de las mismas serán equivalente a 2.500 módulos más un adicional de 1.000 módulos por gastos de representación y 500 módulos por desarraigo”, se lee en el proyecto que fue votado en una sesión en la que también se votaron los pliegos de seis embajadores.

El proyecto también establece que «el valor del módulo será el equivalente al que perciben los empleados legislativos de conformidad con las previsiones de la ley N° 24.600″ y que “el gasto que demande el cumplimiento de esta resolución se imputará a la partida de gastos del Honorable Senado de la Nación”.

Aunque la votación final mostró una mayoría de manos levantadas y una minoría que no lo hizo, no se registraron votos negativos oficiales. Por lo tanto, la indignación final de los senadores oficialistas y del PRO fue más un testimonio ético que una impugnación legal de lo que había ocurrido.

La vicepresidenta Victoria Villarruel se apresuró a aclarar que la votación fue perfectamente “legal” y que ella “no tenía herramientas para frenarlo”. Si se hubiera realizado una votación nominal en lugar de a mano alzada, habría quedado claro quiénes votaron a favor y quiénes en contra, pero esto podría haber amenazado la mayoría de dos tercios necesaria para aprobar el proyecto de resolución.

La decisión de realizar la votación a mano alzada fue deliberada y estratégica: tenía como objetivo evitar el riesgo de que se rechazara la aprobación del aumento de dietas. Esta metodología se decidió en la reunión de Labor Parlamentaria del jueves por la mañana, que fue presidida por Villarruel y a la que asistieron los presidentes de todos los bloques, incluyendo a aquellos que luego expresaron su discrepancia, como Ezequiel Atauche (La Libertad Avanza) y Luis Juez (PRO).



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