En Alucinema venimos agitando desde hace varios años la idea de que la cultura popular atraviesa la era dorada de las series. Ejemplos sobran. Desde que Los Soprano partió en dos la historia a galope de una trama densa y omimosa, pasando por las salvajes delicadezas de The Wire y los laberintos borgianos (anche bioycasarianos) de Lost, el mundo de las series cambió para siempre y hoy podemos contar, streaming mediante, con un catálogo interminable en el que pueden encontrarse joyas a cada paso.
2019 no fue la excepción en cuanto a opciones, más allá de algunas historias que no estuvieron a la altura de sus temporadas anteriores (The Handmaid’s Tale, Big Little Lies) y pese a que la enorme cantidad de títulos no tuvo una proporción cualitativa tan abultada como hasta 2018. Sin embargo, un pelotón de relatos, personajes y puestas se lucieron y destacaron por sobre el resto. Aquí el resumen de un (otro) año para recordar.
Las 10 mejores series de 2019
#1 True Detective (HBO)
Lo que sucede en una temporada de True Detective, queda en esa temporada de True Detective. Con esta aparente consigna como punto de partida, Nic Pizzolatto firmó la más clásica de las tres historias de la franquicia y quizá por eso la que no tiene punto alguno de conexión con las otras. Así como en la season 01 todo fue filosofía y pasadizos oscuros, en la 02 la clave fue patear el tablero de lo que podía esperarse, esta tercera temporada funcionó como bienvenido regreso al placer por contar una historia. Uno de los actores del momento, Mahershala Ali, se mete de lleno en los túneles de la obsesión y deja que su vida sea atravesada por un caso policial irresoluto, por un crimen que se le metió en las vísceras hasta lo indecible. Pero su personaje lo dice y lo ejecuta con las armas de un oficio policial que, como en las mejores historias del género, hierve en el caldo de la corrupción, la mentira y las zonas oscuras.
#2 Chernobyl (HBO)
El gran desastre nuclear que vivió la Unión Soviética en los años 80s tuvo, por primera vez y más de tres décadas después, un relato de ficción internacional y popular. Y claro, tuvo que llegar en formato de serial y producido por la señal que renovó su título de enclave más interesante a la hora de ver historias en episodios. HBO presentó una miniserie montada sobre un relato sólido, sin caricaturas anticomunistas (más allá de algún breve pasaje) y con un seleccionado de diálogos deudores de la buena literatura y la tradición de la mejor narrativa sobre realpolitik.
#3 Succession (HBO)
Con un pie en Dinastía (aquel clásico trash de los 80s con Joan Collins y Linda Evans) y la nariz hundida en una montaña de cocaína, la familia Roy se bate a duelo en un todos contra todos frenético mientras cuentan millones de dólares,viajan en aviones privados y tapan las fétidas cloacas de su interna sin fin. Brian Cox es aquí el jefe de familia en jaque permanente por su hijo Kendall, a cargo de un narcótico y angustiado Jeremy Strong. Pero los personajes que rompen la lógica fálica de la familia son la hija no preferida, Shiv (notabilísima Sarah Snook) y el recién llegado al clan, Greg (Nicholas Braun). Las dos primeras temporadas llegaron juntas a HBO en 2019, mientras que 2020 nos tiene reservada una tercara.
#4 The Mandalorian (Disney)
Esta spinoff de Star Wars es la única integrante de este listado que no fue estrenada en Argentina en señales de televisión ni tampoco vía streaming legal. The Mandalorian, la gran apuesta de Disney para el lanzamiento de su propio portal de contenidos, fue el fenómeno de viralización más potente del año gracias a las múltiples opciones piratas de la web. La serie se ubica en el espacio temporal posterior a El regreso del Jedi aunque sin contacto aparente con los hechos narrados en el film de 1982. La estrella del asunto, más allá del mandaloriano del título, es la mascota: un bebé Yoda que enamoró de forma transversal a los/las/les espectadores de todo el planeta y aledáneos.
#5 Killing Eve (Paramount)
Otra serie que llegó a la Argentina en 2019 con sus dos primeras temporadas. Una asesina despiadada (odiable/adorable Jodie Comer) se instala en las obsesiones de la policía Eve Polastri (Sandra Oh) y ambas, más temprano que tarde, se posicionan en plan gato-ratón sin que quede del todo claro quien juega uno u otro rol.
#6 High Maintenance (HBO)
El dealer más cool del condado (más exactamente, de New York) se corre del centro de la escena incluso más que en las termporadas previas y deja paso a enormes historias mínimas reunidas alrededor del humo dulzón que cada día sobrevuela con más placidez las calles de la capital del mundo.
#7 Monzón (Telefe)
La gran ficción argentina del año, con perdón de los fans de El marginal. La dupla Mauricio Paniagua-Jorge Román se pone en la piel de Carlos Monzón en un relato que comienza y termina con el femicidio de Alicia Muñiz, uno de los casos más emblemáticos de la violencia machista en la Argentina. Un juicio, una vida mediatizada, una historia personal atravesada por la violencia y el negocio del box como telón (y ring) de fondo. El plus: la breve pero descomunal participación de Soledad Silveyra como la madre de Alicia.
#8 Comedians in Cars Getting Coffee (Netflix)
Jerry Seinfeld continúa con su saga de autos de lujo, cafés de toda calaña y su habitual metralleta de humor brillante y cada vez más clasista aunque perdonable. En esta temporada los episodios siguen teniendo duración impredecible (pueden extenderse entre 20 y 40 minutos) e incluye un doble envío con Ricky Gervais. ¿El mejor? El primero, con Eddie Murphy.
#9 Dark (Netflix)
La serie alemana que en su primera temporada se vendió en un principio (y erróneamente) como una versión más oscura de Stranger Things, volvió con vueltas de tuerca a la David Lynch pero con algunos grados más de solemnidad. Sin embargo, y después de un reinicio intrincado, los guiones fluyen hasta poner las cosas tan fuera de su lugar que la otredad se hace carne y letra, siempre con un link a Back to the Future, otro a Lost y otro menos reconocible pero definitivo a las huellas de plumas como la de Dostoievski, como para empezar a contar.
#10 Bonding (Netflix)
¿La mejor comedia sadomasoquista de la historia? Probablemente. Quizá también la gran nueva apuesta de Netflix, no solo por su incorrección política y su leve incomodidad sino también por su formato de 15 minutos por episodio, todo un hallazgo que para 2020 promete extenderse a otras nuevas producciones de la estrella de los portales de streaming.