"Charly García nos radiografió mejor que cualquier sociólogo"

Jueves por la tarde. La temperatura nos recuerda que el otoño ya comenzó: hay camperas, manos en los bolsillos y la noche llega más rápido que antes. Palermo hace honor a su fama de barrio siempre activo y en la calle hay gente que va eligiendo a qué bar entrar. En el medio de ese ecosistema se encuentra el escenario de una charla imperdible para amantes del rock nacional. 

Como todas las semanas, la librería Eterna Cadencia -ese oasis en la ciudad que no solo tiene estanterías desbordantes de libros sino que también cuenta con patio y terrazas que enamoran a cualquiera- abre las puertas para lo que eligió llamar "Eterna Social Club", un ciclo de entrevistas que realiza la periodista Lala Toutonian y que cuenta con apoyo y organización de Filba. 

Entre las personas que aguardaban para la charla estaban Alfredo Rosso y Claudio Kleiman, dos referentes del periodismo musical. Es que la cita era con uno de los pioneros del rock argentino y nadie quería perdérsela. Pipo Lernoud, prolífico autor y poeta, es también precursor de la contracultura local y su testimonio siempre importa.

Inquieto, como pocos, y casi nada constante en una tarea -como él mismo se autopercibe- es compositor, periodista y precursor de la agricultura ecológica u orgánica en la Argentina. Pipo es considerado uno de los fundadores del rock nacional argentino por ser autor de históricas canciones como "Ayer nomás" (junto con Moris) y "La princesa dorada".

Fue fundador y director de revistas de rock como El Expreso Imaginario y Canta Rock, entre otras. Pero el encuentro en sí fue para charlar de Yo No Estoy Aquí - Rock, Periodismo y Otros Naufragios, un libro editado por Gourmet Musical que estaba sobre la mesa junto a otro libro más de poemas "recién sacado del horno". 

Arrancó diciendo que, en realidad, no sabía por qué estábamos ahí si no se trataba de un escritor exitoso, que iban a sentarse a escuchar sus fracasos. Pipo deslizó varias veces ese planteo, arguyendo que era un tipo vago que nunca se había tomado la escritura como un hábito o incluso trabajo, como sí lo hacen muchos nombres conocidos (y reconocidos). No importaron sus palabras: quienes estaban en la terraza de Eterna lo escucharon con admiración, respeto, con cariño.

Con Lala Toutonian como anfitriona, Lernoud contó que su libro editado por el Gourmet Musical es una suerte de compilado de diferentes textos y fotos. Contó lo asombrado que estuvo cuando entre el editor Leandro Donozo y el periodista Martín Graziano le pidieron incluir cartas que le escribió a su madre. ¿Quién querría ver eso cuando siempre le pregutaban sobre Tanguito y el nacimiento del rock?

Entre anécdotas personales y reflexiones varias, Pipo Lernoud tió una de las declaraciones que resumieron no solo la historia del rock sino también de nuestra sociedad: "Charly García radiografió mejor que cualquier sociólogo lo que nos pasó en la Argentina". Y lo dice con la autoridad que tiene por ser contemporáneo sino por haber estado cerca.

"Lo único que yo acepto es que tuve la habilidad de estar en el momento y el lugar indicado, como La Cueva. Y de haberme dado cuenta, junto a otros, de lo que estaba pasando ahí", subrayó respecto de los elogios y títulos que la gente suele adjudicarle. Con esa misma línea de pensamiento consideraría luego que "la gran ventaja es haber pertenecido a una generación con oportunidades de que le pasaran 'cosas', a diferencia quizás de nuestros padres. Y nosotros nos abrimos a que pasaran las cosas, también. Creo que hoy pasan muchas más cosas, incluso". 

Pipo ensayó una teoría respecto las nuevas generaciones y cómo entienden las letras de lo que cantaban esos pioneros y pioneras del rock: "El 98% de las chicas, chicos, chiques piensan esto como una cosa romántica, poética... pero es una cosa esencial de nuestra generación y no sé si queda claro qué era lo que se transmitía". Mencionó la filosofía jipi del momento, el asombro ante el descubriento de las cosas, del mundo, del consumo de las drogas, de estar en contra de la guerra y la conciencia de que en el fondo somos "uno solo", de ser, como decía Atahualpa, "tierra que camina". 

Las historias de Lernoud son muchas y están volcadas, en gran parte, en sus libros. La lectura como herramienta de encuentro, de reencuentro, de construcción y de futuro es uno de los ejes que tienen los encuentros del Eterna Social Club por los cuales ya pasaron autores y autoras de distinto tipo. Anoche se respiró rock y contracultura. Poemas y canciones de un "ayer nomás".