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Contra las fake news: “Tamizo las noticias para construir un pensamiento propio”

Pablo Rago es uno de los protagonistas de la nueva adaptación de Network, la obra que polemiza sobre los medios de comunicación y, en especial, de los noticieros. Infonews habló con él sobre ello y esto dijo.

Corría el año 1976 cuando se estrenó en los cines “Network”, la obra escrita por Paddy Chayefsky, que fue protagonizada por Faye Dunaway y Robert Duvall, y que un año después ganó varios premios Oscar. La historia es impactante: un presentador de noticias estrella pierde su toque mágico y pierde tanto rating que las cabezas del canal le avisan que será desvinculado y solo le quedan unos días al aire. Deprimido, el hombre avisa que está en sus últimos programas y que en algún momento se suicidará en vivo. Todo lo que pasa después es intenso y lleva a un final que nos sacude.

Network fue importante culturalmente en estos casi 50 años y por ello tuvo diferentes adaptaciones. Hoy, con una actualidad temática que sorprende, llega una nueva versión de la historia de la mano de la directora teatral Corina Fiorillo y con las actuaciones de Coco Silly, Pablo Rago, Florencia Peña, Eduardo Blanco y César Bordón. Infonews dialogó con Rago sobre la obra y cómo vive en lo personal esa picadora de carne que muchas veces son los medios de comunicación masivo.
 

-Jensen, tu personaje, es crucial en la historia porque termina definiendo el destino del principal protagonista. ¿Cuáles son los desafíos que te genera ese rol “clave” en Network?

-Sí, es muy potente la presencia del actor de la película porque el personaje es disruptivo dentro de la obra: es como si viniera de otro planeta y lo ponen ahí en dos escenas, nada más, que son muy potentes porque le dan el entorno para el final del personaje de Coco, al protagonista.

Estoy trabajando aislado del resto de los compañeros porque son dos monólogos pero tuve la oportunidad de ver la pasada que hicimos de la obra completa porque ya está, ahora viene la parte de profundizar la relación entre los personajes, y la verdad es que me quedé emocionado por lo que vi. Hay unos actores maravillosos y la obra es muy potente. Ojalá esté a la altura de la producción porque es enorme y la verdad es que lo pude disfrutar. Todavía estoy con el monólogo, trabajándolo mucho, ahora estoy de gira con la obra Mi mujer se llama Mauricio y voy con el libro, me siento a estudiarlo, a encontrarle cositas. La verdad es que estoy muy contento.


-Cuando se estrenó la obra, en los años 70, los medios de nuestro país eran estatales pero en los Estados Unidos ya funcionaba súper aceitado eso que se conoció como las networks o “los grupos”, como les decimos acá. Nos gustaría saber cómo lo analizás tanto para trabajar en la obra en sí como ciudadano que está expuesto a este tipo de audiovisuales.

-Con respecto a la obra, lo que me sorprende es la actualidad que tiene. Es una película de los 70 y tiene una actualidad no solo en la Argentina porque si bien en los Estados Unidos los grupos ya estaban consolidados acá no entendíamos (en ese momento lo que era) y -hasta ahora- siento que el común de la gente no entiende lo que es ‘un grupo’. Me parece que vamos camino a eso. Mi personaje lo dice claramente: el mundo, el futuro, el que le vamos a dejar a nuestros hijos, va a ser un grupo… el mismo mundo va a ser un grupo, el mismo mundo va a ser un negocio. Y creo que vamos camino a eso. Hay ejemplos como el caso de ustedes que quedan afuera del grupo y que reorganizarse para encontrarle la forma.
Y creo que no podría definir cómo veo el futuro porque siento que el futuro es incierto. Muchas veces lo hablo con mi hijo, que tiene 19 años, y él tiene una visión realmente confusa del futuro: todavía no decide qué es lo que va a hacer, qué va a estudiar, qué hacer de su vida que tampoco tiene que saberlo a los 19 años de su vida, pero el mundo nos exige… ‘¿Qué vas a hacer? Pasó un año después de la secundaria ¿y a qué te vas a dedicar, en dónde te vas a insertar dentro de este mundo?”. Es como una presión que nos autoimponemos porque sino sentimos que el mundo nos pasa por arriba.


-Pero nos vamos adaptando…

-Sí, pero nos vamos adaptando. De hecho, en el audiovisual nos estamos adaptando ahora con las plataformas. Los que hacemos televisión hace tantos años sentimos que es raro el nuevo lenguaje del audiovisual pero nos iremos adaptando. Nos adaptaremos a que nuestros productos se consuman rápidamente y se olviden rápidamente, también. Me pasa a mí que yo que hay dos temporadas de una serie que me engancha y la termino en cinco días; y a la semana siguiente veo otra y así. Es como raro y me da un poco de miedo: ¿Cuánto va a perder en la calidad la demanda que hay de series? Porque los consumidores de esto lo consumimos rápidamente entonces la demanda será aún mayor y eso por ahí termine perjudicando la calidad de lo que estamos haciendo pero ojalá no pase, ojalá porque hay gente talentosa que se ocupa de que eso no pase pero la demanda del mercado creo que, en un punto, la va a perjudicar.


-¿Y cuáles creés que son las cosas buenas que genera el modelo?

-En el caso de la Argentina, y respecto de quienes se dedican a hacer audiovisuales, ha mejorado muchísimo el trabajo. Bah, aumentó más que mejorar; y sobre todo después de la pandemia que estuvo parado. Desde el año pasado que se están haciendo muchas series, muchas películas. Obviamente están planeadas solamente para las plataformas. Las dos o tres películas argentinas que se estrenaron en lo que va del año estuvieron muy poco tiempo en el cine y van a parar a las plataformas casi inmediatamente y hay otras que van directamente ahí como el caso de Granizo, que fue un exitazo pero que no tuvimos la oportunidad de verla en el cine. Aunque nosotros sí porque hicieron un lanzamiento de presentación de la película que la hicieron en un cine, pero ese tipo de trabajos ahora están directamente para las plataformas. Pero creo que lo bueno, si querés, es que hay muchísimo trabajo tanto para los actores como para los equipos técnicos.

 

-Sos un profesional con muchos años de trabajo en esto, ¿qué cosas tuviste que cambiar, adaptar, para seguir trabajando en estos tiempos?

-Tenemos que adaptarnos a un ritmo completamente diferente. Se nota mucho más en el caso de quienes hacemos más cine: hoy uno se dedica dos o tres meses, en el caso de los actores es bastante corto el tiempo porque un director o productor arranca una película y por ahí pasan seis meses hasta que la filmás y otros seis meses para la posproducción. Lo que veo también es que los compañeros técnicos están contentos porque tienen mucho trabajo pero que se tienen que adaptar a un ritmo completamente diferente al cinematográfico porque se pretende hacer lo que sería, entre comillas, una película en seis meses. Una serie de 8 capítulos en seis meses a un ritmo cinematográfico pero que tiene la velocidad de la televisión. Así que sí: nos exige una adaptación y es realmente agotador.
Ahora se estrena, creo que en julio, Ringo -que filmé el año pasado- y la verdad es que el trabajo era realmente agotador.

 

-Volviendo al eje de Network, la manipulación de la info, lo que se dice ante una cámara y ahora las fake news… vos, cuando te querés informar, ¿para dónde corrés?

-No… ahora… Trato de no informarme… (Risas) A veces prendo la tele solamente para ver la temperatura. Lo que es realmente preocupante es que muchas veces no estamos preparados para hacer una lectura profunda de lo que estamos escuchando. Por ahí, cuando sale una ‘noticia’ lo que hago yo, la típica, es hago un balance entre los cuatro canales que tengo ahí, los que están todos cerquita, paso y voy tamizando un poquito lo que estoy escuchando y trato de llegar a un pensamiento propio. Pero todos podemos estar haciendo eso, es mucho trabajo. Pero a mí me gusta mucho escucharlo a Víctor Hugo porque me parece que es un tipo muy claro, lo admiro hace muchísimo tiempo, y hay una frase que él siempre dice y es que nosotros tenemos que trabajar de ciudadanos y que cuando algo nos hace ruido, cuando escuchamos alguna noticia, tenemos que investigar de dónde vino, quién la dijo, qué sustento tiene. Hay una tarea que como ciudadanos tenemos que hacer. Pero, lo que pasa, es que es exigirle a la gente una tarea cuando ya tiene un montón de otros problemas y es una tarea que es casi de un profesional, de un periodista. Pero trato de hacer eso: un tamizado para tener un pensamiento propio.

 

SOBRE EL ESTRENO

Network se presentará el 14 de julio en el Teatro Coliseo (Marcelo T. de Alvear 1125), con un gran despliegue artístico. Es un espectáculo sin precedentes en Argentina, con un despliegue técnico y tecnológico puesto al servicio de un texto y elenco de primerísima calidad. El espectador se someterá a una propuesta inmersiva y de estímulo sensorial, ingresando al ajetreado mundo de un set televisivo, en el que luces, cámaras y pantallas se operan sobre el escenario en tiempo real. 

 

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