Pasaron más de dos meses desde aquella noche en que la Policía de la Ciudad, por orden de la Justicia, intentó arrebatarle a Delfina Zarranz a su hija Arcoiris, para llevársela a su abuelo paterno en La Rioja, quien sometió a la niña a reiteradas situaciones de abuso sexual.
Desde entonces, la mamá de Arcoiris, si bien logró quedarse con la niña, a quien protege con amor, se encuentra con prision domiciliaria por orden de la jueza Gisella Flamini, de cuestionada trayectoria, que fue quien intentó revincular a la criatura con su abusador.
Desde la cuenta oficial Justicia por Arcoiris, volvieron a pedir por la libertad total de Delfina y advirtieron que "esta situación también repercute en la niña porque su madre no puede acompañar sus logros y en lo que va del año no se le permitió llevar a su hija a la escuela, jugar en la plaza y a las actividades que realiza a diario".
Recordaron además que Delfina "ya se presentó a declarar vía Zoom y aún así la jueza riojana Gisella Flamini continúa con la detención".
La noche del 22 de febrero, organizaciones feministas se presentaron en el domicilio de Delfina y Arcoiris, al advertir que la Policía de la Ciudad quería llevar a cabo el allanamiento para arrebatarle la niña a su madre.
Pero la muralla transfeminista y los reclamos legales y sociales, lograron que se suspenda la orden de allanamiento sobre el domicilio de Silva Zarranz, ubicado en la ciudad de Buenos Aires, y no se hiciera efectiva su detención.
Flaimini, jueza de instrucción de Violencia de Género y Protección Integral de Menores N° 2 de La Rioja, finalmente levantó la orden de detención contra Delfina.
SOMOS UNA COOPERATIVA
AUTOGESTIONADA
POR SUS TRABAJADORXS
NOS FINANCIAMOS
GRACIAS A VOS
¿CÓMO?
La orden judicial reclamaba efectivizar la detención por "desobediencia a la autoridad e impedimento de contacto de hijos menores con sus padre no convivientes agravado en concurso real y acumulado".
Arcoíris, nombre ficticio para preservar su identidad, es una niña de 7 años que relató haber sido abusada por su abuelo paterno, a quien vio tras ser llevada por su padre, a pesar de recaer sobre él una prohibición judicial de acercarse a la nieta, en encuentros ocurridos en La Rioja.
"Se evitó una revinculación forzada de Arcoíris" con su progenitor
La mamá de la niña hizo la primera denuncia por abuso sexual en 2018 y se sucedieron otras, hasta que decidió mudarse a la ciudad de Buenos Aires y pidió la intervención de la Justicia nacional.
El progenitor de la niña también hizo denuncias ante la Justicia riojana, y pidió revincularse con Arcoiris.